jueves, 14 de abril de 2016

Tiempo Ordinario: Misericordiosos como el Padre


MISERICORDIOSOS COMO EL PADRE1)Cantaré por siempre


Cantaré por siempre tu bondad, Señor,
y celebraré tu abrazo creador,
pues tu fidelidad es un canto a la vida;
tu perdón, la melodía de tu amor.

Despertar cada día y arraigarnos en ti,
cantar con la vida tu bondad,
pues tu amor y perdón son más altos que el cielo;
tu fidelidad, tan cierta    como el    sol.

Cantaré   por siempre tu bondad, Señor,
y celebraré tu abrazo creador,
pues tu fidelidad es un canto a la vida;
tu perdón, la  melodía de tu amor.

Cantaré por siempre tu bondad, Señor,
mi fuerza y mi esperanza eres tú.
Toda la creación,     todo  el mundo está lleno
de tu Espíritu, que es melodía de tu amor.

Y cantaré por siempre tu bondad,  Señor,
sí, cantaré por siempre tu bondad, Señor.


2)    Vals de ofrenda

Te ofrecemos, Señor,
nuestro esfuerzo común,
por vivir y servir a tu reino de amor

La alegría de sembrar la tierra y esperar los frutos,
el cansancio de los que trabajan silenciosamente,
los que buscan la paz, los que solos están.
cuando hacen oír su voz.

La grandeza de los que mejoran la vida del hombre,
la impotencia de los que padecen tantas injusticias,
los que cargan su cruz en perdón y amor,
los que entregan su corazón.

La alegría de ofrecer la vida entera por tu Reino,
la esperanza en tu promesa que sostiene nuestras luchas,
el milagro de creer que tu gloria está aquí,
que es posible un mundo mejor.

3)   Hagan esto en memoria mía



Una gran puerta abierta para celebrar una fiesta
como Jesús quería donde a los pobres nada les cuesta: hagan esto en memoria mía.

Una mirada compasiva, para restaurar la vida
de verdadera alegría en un abrazo de acogida: hagan esto en memoria mía.

Una palabra verdadera que penetra al corazón
afirmando el espíritu con valentía para amar con razón: hagan esto en memoria mía.

Una sonrisa amiga, que invita a esa mesa nuestra 
tan querida para partir el pan un día, pan de esperanza compartida: hagan esto en memoria mía.

Una común unión de vida, para los seres humanos.
En la eucaristía somos todos hermanos: hagan esto en memoria mía.

Un mundo de justicia y solidaridad con los pequeños
para saciar el hambre en la historia haciendo vida estos sueños: hagan esto en memoria mía.

Un cielo y una tierra nueva, promesa del Reino que camina.
Y junto a María somos Iglesia peregrina: hagan esto en memoria mía.

4)       Bienaventurados los misericordiosos



Levanto mis ojos a los montes quién me ayudara
la ayuda me viene del Señor, por Su gran compasión.
Aun cuando estamos en el error  nos abraza con Su amor
Con su sangre nuestro dolor al fin se sanará

                        Bienaventurados los misericordiosos,
                        porque ellos alcanzarán misericordia

Si no perdonamos, ¿quién ganará? ¿quién puede sostenerse en pie?
Si Él nos perdona, nosotros también  hagamos como nuestro Dios!

En la cruz el nos redimió de la tumba resucitó.
¡Jesucristo es el Señor! ¡Al mundo hay que anunciar!
Hay que soltar el miedo y ser fiel, con la mirada en Su amor
 confiar porque Él resucitó Vive el Señor!

5)     El Sermón del Monte


Dichosos todos los pobres porque ganarán el cielo.
Dichosos en este suelo los que son mansos ahora.
Dichosos son los que lloran porque tendrán su consuelo.

Dichosos son los que tienen hambre y sed de la justicia,
porque serán sin noticia saciados por el Señor.
Dichosos los sin malicia porque ellos verán su amor.

Dichosos son los pacíficos porque hallarán la concordia.
              Dichosos si en las discordias perdonan de corazón,
              porque por esta razón  lograrán misericordia.

 Dichosos los perseguidos por causa de la verdad.
 Dichosos sin igualdad los que sufren por mi nombre,
 porque entonces daré al hombre el amor de mi amistad.

¡Guay de los muy divertidos!,  porque llorarán de susto.
¡Guay de los hartos de gustos!, porque tendrán hambre aciaga.
¡Guay de los ricos injustos!, porque ya cobran su paga.

6)  María Madre de la Generosidad

Enséñame a amar tu Voluntad, a responder con generosidad,
a darle todo a Jesús mi Señor. Aunque es poco, Él lo multiplicará.

María, Madre del Amor, que bendices, repartes y alimentas;
ayúdame a compartir la esperanza,la paz, el perdón, la amistad.

María, Madre de la Fe,  que sostienes, guías e iluminas,

ayúdame a proclamar con fervor la Palabra de Dios, la Verdad.