jueves, 1 de agosto de 2013

Tiempo ordinario: cancionero 1





Cancionero: «La obra de Dios es ésta: 
que creáis en el  que él ha enviado» (Jn 6, 29)


1. CANTA IGLESIA






          Señor queremos que mires Tú

          toda nuestra comunidad;

         en ella hay paz y belleza, amor 

        y miseria y pecado también.

 

          Mira y acerca tu gracia

          necesitamos oír tu voz;

          de tu Evangelio un gozo nuevo,

          una esperanza del corazón.

 

          Canta Iglesia, reunida aquí,

          es el Señor que te invita

          a renovarte en la fe

          y a ser en el mundo testigo de amor.

          Canta Iglesia y alza tu voz

          en una sola alabanza,

          en una sola asamblea orante

          y alegre porque vive Dios.

 

          Haz, Señor, que con tu Espíritu

          podamos también discernir;

          con fe mirar el futuro

          sin miedo de poder fracasar.

       

          Santa María, la madre

          de la nueva evangelización:

          ruega, Señora,

          por los que sufren,

          por los que esperan en tu bondad.





2. RESURRECCIÓN




Quiero caer en tierra y morir,
sino quedaré solo,
soy un grano de trigo,
quiero dar muchos frutos,
ser tu testigo por el mundo. 

SI AMO MI VIDA, LA PERDERÉ;
SI DOY MI VIDA LA GANARÉ,
DONDE TÚ ESTÁS JESÚS,
ALLÍ ESTOY YO,
TE SIGO SOY TU SERVIDOR. 

Padre ha llegado la hora,
glorifica tu nombre,
es mi ser, el que muere,
para que seas Tú el Rey.




3. ESCONDIDO


 


Escondido estás a los ojos 
y tan claro estás en la fe,
en los dones del pan y el vino 
hoy presente otra vez te hacés/
Al comer de tu Cuerpo y Sangre, 
nos unimos a tu pasión.
Y en nosotros, como un torrente, 
brota vida y resurrección.

Somos Señor tu familia que en el altar,
se reune en un gran banquete
festejando que vos estás.
se reune en un gran banquete
festejando que vos vendrás.


Es costumbre que nos reunamos 
a comer para festejar
porque el hombre que no se encuentra
va muriendo en su soledad.
Los cristianos hacemos fiesta 
porque con tu resurrección
a la muerte la hiciste vida, 
y a nosotros, hijos de Dios.

A la mesa también traemos 
los dolores del caminar,
la injusticia en la que vivimos, 
y la falta de pan y paz.
Que tu Espíritu los transforme 
en ofrenda de comunión
para hacer más presente el Reino 
y apurar la liberación.




4. HACIÉNDOTE PAN   


 


Comenzaste a hacerte pan en Belén
sol pequeñito en nuestra noche.
Aprendiste en Nazareth de ellos dos
el gesto manso de la entrega.

Pibe que en Jerusalén te abrazaste
de una vez a las cosas del buen padre.
Debe tu cuerpo crecer para poderse
ofrecer como pan a nuestro hambre.

Mi Cuerpo es esto, mi Sangre es esta,
que por ustedes doy.
Coman y beban, crean y vivan
que para siempre Soy, Soy Yo, Soy Yo.

Se multiplicó tu amor, se partió
todos saciados y aún sobraba.
Se mostró tu intimidad,
eres Pan que sólo vive por donarse.

Noche de Jerusalén, Cristo Pan entrégate
eres Tú nuestro cordero,
cena, huerto, beso y cruz, y tu entrega
Pan Jesús, fue más fuerte que el madero.




5. Pescador de hombres 





Tú has venido a la orilla, 
no has buscado ni a sabios ni a ricos.
Tan sólo quieres que yo te siga.

Señor, me has mirado a los ojos, 
sonriendo has dicho mi nombre.
En la arena he dejado mi barca: 
junto a Ti buscaré otro mar.

Tú sabes bien lo que tengo, 
en mi barca no hay oro ni espada, 
tan sólo redes y mi trabajo.

Tú necesitas mis manos,
mi cansancio que a otros descanse, 
amor que quiera seguir amando.

Tú, pescador de otros lagos, 
ansia eterna de hombres que esperan. 
Amigo bueno que así me llamas.


6. CHACARERA DE LA VIRGEN  






Esta flor de chacarera ha nacido en el camino
fue acunada entre los brazos de la Virgen y su Hijo.

La Madre ha visitado a su pueblo con ternura,
regalando su presencia, la más hermosa fortuna.

Sembradora de esperanza, manitos en oración,
intercede por nosotros, pide a Dios liberación.

Chacarera de la Virgen,
misionera y peregrina,
todo el pueblo te venera,
madre gaucha de Argentina.

En tu corazón de Madre se acurruca el dolor,
de los pobres de la tierra, virgencita del amor.

Es tu paso el que nos une Madre linda de Luján,
no permitas que ninguno destruya nuestra hermandad.

Soy tu humilde peregrino, aquí va mi corazón,
al servicio de los pobres para la gloria de Dios.